El freno coyuntural de la inmigración en Canarias no permite atisbar una caída del fenómeno en el futuro
Santa Cruz de Tenerife, 6 de julio de 2009.- La llegada de inmigrantes a Canarias se ha visto frenada en lo que va de año por causas coyunturales, aunque esta evolución no permite atisbar un descenso del fenómeno de la inmigración de cara al futuro, según se desprende de un análisis realizado por Movimiento por la Paz, el Desarme y La Libertad en Canarias (MPDLC). Esta actuación se enmarca dentro de la campaña de sensibilización “Más allá de la noticia”, financiada por la Viceconsejería de Bienestar Social e Inmigración del Gobierno de Canarias.
El documento, en el que se profundiza en las causas que han llevado a un menor número de llegadas, ha sido elaborado con la colaboración de tres expertos en materia de inmigración, como es el caso del profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna y coordinador científico del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten), Dirk Godenau; el arabista y responsable de Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad en Melilla, Manuel Lorenzo, y el coordinador general y vicepresidente del Centro europeo de estudios sobre flujos migratorios (Cemigras), Manuel Ferrer.
El documento toma como punto de partida los últimos datos estadísticos oficiales existentes del Archipiélago, que incluyen el avance del padrón municipal a fecha de 1 de enero de 2009, en el que se contabilizan 299.220 extranjeros, un 5,4% más que los datos de 2008, siendo éste el segundo incremento más bajo de los últimos cinco años.
Por otro lado, las cifras de la Subdelegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife recogen un descenso del 60,38% de la entrada de inmigrantes irregulares por vía marítima en el primer semestre del año, con un total de 1.599 personas contabilizadas, de las que 1,463 son adultos y 136 menores.
Los expertos consultados matizan que esta evolución a la baja responde a la reducción de las oportunidades de empleo que ha generado la crisis económica en Canarias, así como el refuerzo del carácter restrictivo de las políticas de inmigración en España y las acciones de control en las fronteras.
Insisten en que se trata de factores que responden a una situación coyuntural, pero hacen hincapié en que las previsiones apuntan a que el fenómeno migratorio se siga manteniendo en alza, teniendo en cuenta que tiene un origen estructural, como consecuencia de los graves problemas que padece como consecuencias del déficit de desarrollo, bienestar y empleo de los países emisores.
En opinión de Dirk Godenau, la actual reducción brusca de las llegadas responde a una situación de adversidad económica coyuntural más que a cambios estructurales. En este sentido, precisa que, si el actual modelo de crecimiento, centrado más en el empleo que en la productividad, se reactivara en términos similares una vez superada la crisis económica, entonces también sería de esperar que, a medio y largo plazo, se vuelva a intensificar la inmigración laboral.
En el caso de las llegadas en cayucos, asimila esta merma a su carácter irregular y a los esfuerzos de control de las fronteras.
Por su parte, Manuel Lorenzo insiste en que, aunque se mantienen los “factores de expulsión” en los países de origen, la situación económica de los países de llegada puede haber incidido, además de las políticas y acciones que se están tomando para reforzar los controles en fronteras. Todas estas circunstancias, agrega, están provocando que los movimientos migratorios estén en estos momentos en un periodo de un puntual “stand by”.
Para Manuel Ferrer, las razones de una menor llegada de inmigrantes legales estarían en la crisis, mientras que en el caso de los cayucos lo atribuye al papel disuasorio que juega la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex). Respecto a este último punto, aclara que esto conlleva que muchos de los inmigrantes salgan de otros puntos más lejanos, lo que hace que desaparezcan más cayucos, ya que, resalta, las salidas se mantienen al mismo ritmo. Matiza que la evolución actual supone que “sólo se ha contenido de forma momentánea” y aclara que “es un espejismo pensar que está funcionando la retención de la inmigración”.
Respecto al comportamiento que seguirá en el futuro la llegada de inmigrantes, Dirk Godenau afirma que “es probable que los saldos migratorios de Canarias sigan bajando en los próximos años”, aunque, aclara, “parece poco probable que se vuelvan negativos, superando las salidas (entre ellas los retornos) a las entradas”.
Aclara que estas últimas tendrán uno de sus condicionantes en el intento de realizar reagrupaciones familiares por parte de los inmigrantes ya residentes en Canarias, por lo que serán importantes los posibles cambios en las condiciones que se imponen a la reagrupación familiar por parte del Estado español.
Manuel Lorenzo matiza que la tendencia que marcará el futuro estará condicionada por la situación económica de España y la de los propios países de origen. Al respecto, añade que, si los “factores de expulsión” de éstos últimos se acrecientan, se creará un nuevo escenario de llegada masiva de inmigrantes.
Por su parte, Ferrer destaca que progresará la reducción de la inmigración que llega de América, mientras que la que proviene de África sólo se está conteniendo y seguirá aumentando. En este sentido, precisa que “la inmigración no se contiene con barcos y policías” sino “cuando existen perspectivas de trabajo en los lugares de origen”.
Repercusión en las Islas
El análisis hace referencia también a las posibles consecuencias que pueda tener para el Archipiélago el descenso de la entrada de inmigrantes. En este sentido, Dirk Godenau explica que, “a corto plazo, el actual desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo provoca la reducción de las oportunidades de empleo, sea para extranjeros o nacionales”. Pero, por el contrario, precisa, “a largo plazo, la economía europea, la española y también la canaria seguirán necesitando de la mano de obra procedente del exterior, dado su progresivo envejecimiento demográfico”.
No obstante, insiste en que la cuantía y el perfil de la mano de obra requerida dependen del patrón de creación de empleo. Por tanto, explica que, si en el próximo ciclo expansivo la economía española creciera en mayor medida por el incremento de la productividad, entonces sus necesidades de mano de obra no volverían a ser tan expansivas y concentradas en mano de obra de bajos requisitos formativos. Aclara que sería entonces cuando la “tarjeta azul” de la Unión Europea, pensada para fomentar la inmigración cualificada, también adquiriría mayor protagonismo en España.
Asimismo, Manuel Lorenzo aclara que las consecuencias del descenso de la inmigración dentro del mercado laboral español pueden ser tanto positivas como negativas. Admite que la vinculación que ha tenido la población inmigrante en algunos de los sectores más afectados por la crisis puede provocar una mayor precariedad social de los inmigrantes regularizados, mientras que en el caso de los irregulares también generará más dificultades.
No obstante, Lorenzo destaca que “la inmigración es y ha sido un pilar fundamental para el crecimiento económico de España”, por lo que, precisa, se trata de un fenómeno necesario.
Para el vicepresidente de Cemigras, la evolución a la baja de la economía canaria hace que la necesidad de mano de obra descienda, aspecto que, a su vez, va unido a una perspectiva nula de recuperación de la economía canaria a corto plazo.
Matiza que la reducción en la entrada de inmigrantes repercutirá en una menor presión a la hora de buscar empleo. No obstante, insiste en que Canarias cuenta con un sector primario susceptible de potenciar la producción ecológica, lo que permitiría brindar una oportunidad a los inmigrantes.
martes, 14 de julio de 2009
Informe MPDLC sobre el descenso de la inmigración.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario