El presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro Cordobez, ha empezado el año con unas declaraciones que han generado polémica, pues no sólo propone el cierre total de las fronteras a los foráneos, prohibir la libre circulación de personas, sino también controlar la natalidad.
Lo sorprendente es que este planteamiento no lo defiende un editorialista en un día habitual de desvarío: se trata del presidente del Parlamento de Canarias, donde se redactan y aprueban leyes y otras disposiciones legales; Antonio Castro es, en estos momentos, uno de los máximos representantes institucionales de la Comunidad Autónoma.
Las preguntas que de inmediato nos hacemos al leer sus declaraciones son dos:
¿Qué tipo de inmigración quiere prohibir Castro?
¿A quiénes, a qué colectivos sociales, quiere aplicar el control de natalidad?
Estas fueron las declaraciones publicadas por distintos medios el pasado 1 de enero:
“El presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro, opina que si en las islas no se quiere ‘consumir más territorio’ habría que plantear otras medidas como ‘prohibir la inmigración o controlar la natalidad’. (1)
Castro subrayó, en una entrevista a Europa Press, que ante el posible crecimiento cero, ‘la gente tiene que trabajar y comer’. ‘Si no queremos consumir más territorio, habría que prohibir la inmigración o controlar la natalidad, por ejemplo, porque cada ser humano quiere formar una familia, tiene derecho a una vivienda y a un trabajo’, explicó para concluir que, en materia urbanística, ‘lo que sí se puede hacer es controlar y establecer los límites porque la gente no puede vivir en la calle”.
Prohibir la inmigración.-
Recordamos algunos datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística y del Instituto de Estadística de Canarias:
La población extranjera en Canarias a enero de 2008 ascendía a 282.004 personas, el 13,62% de la población total (2.070.465 personas), según datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Este dato implica un aumento de 31.268 personas respecto a los datos manejados por el Instituto en 2007, un incremento relativo del 1,25% respecto a la población total. En 2007, la población extranjera en Canarias suponía el 12,37% del total, con 250.736 personas.
En 2008, el peso de población extranjera corresponde a países de la UE y resto de Europa (154.921 personas, el 7,48% de la población residente en Canarias y el 54,93% de extranjeros), seguida por los emigrantes de América (4,13% del total de población, 30,32% de extranjeros) y, a más distancia, de emigrantes de África (1,34% del total de la población y 9,8% de extranjeros).
En 2007, la población extranjera procedente de África era de 25.052 personas (el 1,23% del total y el 9,99% de los extranjeros), por lo que en términos cuantitativos aumentó en 2.752 personas en 2008, aunque el peso relativo de este segmento de población se redujo en un 0,1%, hasta el citado 9,8% de población extranjera.
Es decir, la mayor parte de población extranjera en Canarias a enero de 2008 procedía de países europeos (de la UE y países del entorno), seguida a gran distancia de la emigración latinoamericana, especialmente de Colombia (21.541), Venezuela (11.868), Cuba (11.006), Argentina (10.065) y Uruguay (6.200).
Según los datos del ISTAC, la suma de emigrantes británicos, alemanes e italianos alcanzaba la cifra de 100.000 personas a enero de 2008, mientras que todos los emigrantes de todos los países de África apenas sobrepasaban las 25.000 personas.
No obstante, hay otros datos sin duda mucho más espectaculares: 6.050.437 personas (algo más de 6 millones) entraron a las islas por los aeropuertos canarios, sólo en 2007, procedentes de Reino Unido y Alemania. Sumando las llegadas de pasajeros de otros países europeos (Holanda, Irlanda, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Italia, Austria, Francia, Suiza y República Checa), la cifra supera los 9 millones de personas (9.001.749). Si se añaden las 322.906 personas procedentes de otros aeropuertos extranjeros se alcanzan las 9.324.655 personas. Sólo en 2007. Y si se divide esta cifra por 12 meses, se obtiene la cifra de 777.054 personas, población de hecho que habría que sumar a los casi 2 millones de residentes, por lo que puede interpretarse con escaso margen de error que la población media mensual en Canarias asciende a casi 3 millones de personas.
Es decir, tomando los datos del ISTAC sobre entrada de personas con origen en aeropuertos extranjeros, son 9 millones de personas procedentes de Europa que han llegado a Canarias, en su mayoría en viaje de turismo, donde han consumido miles de litros de agua (se calcula un consumo de 30 litros/día/turista), han empleado miles de kilowatios de energía eléctrica, han recorrido centenares de kilómetros en vehículos privados o de transporte colectivo, han utilizado el Servicio Canario de Salud, han producido miles de kilos de basura, etc…con todo su impacto sobre el territorio, el medio ambiente y la población.
Si se suman los datos de entrada de pasajeros a través de los aeropuertos canarios procedentes de aeropuertos extranjeros entre 2003 y 2007, ambos inclusive, se alcanza la increíble cifra de casi 48 millones de personas (47.395.707), según los mismos datos del ISTAC.
A esas 47.395.707 personas se les ha abierto las puertas y se les ha invitado a consumir (de todo), desde el territorio hasta alcohol, tabaco y sexo, asociados al tradicional turismo de sol y playa, pasando por el agua y la electricidad.
Este es, sin duda, el verdadero y auténtico impacto sobre el territorio, la causa del deterioro del medio ambiente en Canarias, la vía para empezar a calcular la huella ecológica que el modelo de desarrollo actual deja sobre Canarias e hipoteca el futuro de las nuevas generaciones (2).
En Canarias es una hipocresía hablar de sobrepoblación sin tener en cuenta que casi un millón de personas se suman a los residentes cada mes, aunque estén sólo entre 7 y 10 días en las islas. Ha sido el continuo aumento del sector turístico y la economía sumergida lo que ha actuado como efecto llamada para trabajadores gallegos y andaluces, en primer lugar, que han sido sustituidos poco a poco por mano de obra más barata procedente de África, Europa del Este y América Latina.
Control de la natalidad
Sobre el control de natalidad, francamente sólo el presidente del Parlamento de Canarias puede explicar a qué se refiere:
A) ¿Esterilización obligatoria y masiva?
B) ¿Uso obligatorio de métodos anticonceptivos?
C) ¿Aborto obligatorio para las mujeres inmigrantes?
No obstante, creemos que sería mucho más productivo para el debate sobre inmigración y territorio, y, por supuesto, menos electoralista, si el presidente de la institución democrática canaria donde se ha expresado la voluntad popular (aunque con un discutido sistema electoral) anunciara iniciativas para que aflore toda la economía sumergida, que en Canarias representa el 30% del Producto Interior Bruto.
Este debate sería mucho más útil por varias razones: se dría cumplimiento al acuerdo del Foro Canario de la Inmigración de no utilizar el fenómeno por razones electoralistas, aumentarían los ingresos de la Hacienda pública de forma considerable, habría un 30% de nuevos trabajadores afiliados a la Seguridad Social y se legalizaría lo que ahora es ilegal, contribuyendo a evitar la evasión fiscal, el enriquecimiento ilícito (a expensas de la precarizad de los trabajadores) y a aumentar las arcas para pagar las pensiones del futuro.
(1) http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009010300_9_190828__Sociedad-Antonio-Castro-aboga-prohibir-inmigracion-controlar-natalidad-para-consumir-territorio-Canarias
(2) El modelo IPAT fue propuesto en 1973 por Barry Commoner, Paul Ehlrich y John Holdren. La relación funcional comúnmente expresada en la formula (I = P x Ax T), dice que el impacto “I” sobre el planeta depende de tres variables fundamentales: la población “P”, el estilo de vida “A” o bien los consumos per cápita, y el factor tecnológico “T”. Tal relación puede ser ulteriormente sintetizada, con una sencilla aproximación, en dos solas variables (I = P x E), dónde “E” indica los consumos energéticos anuales per cápita. Para establecer cuánto vale “I”, utilizaremos algunos indicadores ambientales específicos. Empezaremos con la denominada huella ecológica, definida como "…un instrumento de cálculo que nos permite estimar el consumo de recursos por parte de una determinada población humana o de una cierta economía y de expresar estas medidas en términos de superficie de territorio productivo correspondiente"16. Se estima que la actual huella ecológica total de la humanidad supera del 20% el territorio realmente disponible. Estamos por lo tanto mellando el capital no renovable y siguiendo las previsiones de la WWF, esta tendencia podría culminar en el 2050 con una huella que superaría cuatro veces la disponible. En otras palabras, en 2050 harán falta cuatro planetas para satisfacer las exigencias de la humanidad”. Párrafo incluido en ‘La noviolencia política: Una alternativa en la era de la complejidad y de los problemas globales’, por Giovanni Salio. http://mpdlc.org/biblioteca/documentos/CuadernoAlternativaNoviolencia1.pdf
miércoles, 14 de enero de 2009
El presidente del Parlamento de Canarias, entre prohibir la inmigración y controlar la natalidad
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