martes, 15 de septiembre de 2009

Los inmigrantes no empeoran la calidad del sistema educativo canario, concluye un informe de MPDLC

El documento, el sexto de la campaña de sensibilización “Más allá de la noticia”, descarta una vinculación directa de este colectivo con el fracaso escolar


Santa Cruz de Tenerife, 15 de septiembre de 2009.- El alumnado extranjero no empeora la calidad de la educación ni puede ser considerado el responsable del fracaso escolar en Canarias. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende del sexto informe realizado por Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad en Canarias (MPDLC) en el marco de la campaña de sensibilización “Más allá de la noticia”, financiada por la Viceconsejería de Bienestar Social e Inmigración del Gobierno de Canarias y la Dirección General de Integración de los Inmigrantes del Ejecutivo central, dirigida a analizar los diferentes tópicos existentes en la sociedad respecto a la inmigración.
En el mencionado informe, en el que han participado expertos universitarios vinculados al área de educación, así como representantes de centros educativos, de ayuntamientos y padres, se pone de manifiesto además que la multiculturalidad es un aspecto positivo que contribuye a enriquecer al alumnado.
Precisamente, los últimos datos del Instituto Canario de Estadística, correspondientes al avance provisional del curso 2008/2009, recogen que el 9,8% del alumnado de los centros no universitarios canarios era extranjero, sumando un total de 33.103. El 89,9% de los estudiantes foráneos estudió en centros públicos, siendo la ESO la que concentró el mayor porcentaje de alumnado extranjero, con un 11,6%. En lo que a números absolutos se refiere, la enseñanza Primaria fue la que anotó más inmigrantes, con 12.141. Por nacionalidades, colombianos, venezolanos, británicos, argentinos y marroquíes fueron los que tuvieron una mayor presencia en los centros educativos de las Islas.
En el documento de MPDLC se descarta que exista un desfase de formación entre los alumnos locales y los extranjeros y puntualiza que cualquier diferencia en este sentido está vinculada a las personas, independientemente de su procedencia.
Asimismo, los expertos atribuyen el fracaso escolar en mayor medida a aspectos como la clase social y a las carencias que existen para dar respuesta a las necesidades que plantea la atención a la diversidad, tanto de profesorado como de infraestructuras.
Por ello, reclaman más recursos económicos y humanos, una mayor flexibilidad en su organización, un incremento de la sensibilidad por parte de la comunidad educativa y las administraciones públicas hacia la diversidad y una mejora de la capacitación del profesorado de los centros para atender estas necesidades.

Matizar la realidad

El catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de La Laguna Javier Marrero recuerda que un informe publicado en 2007 por el Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa, titulado “Inmigración, Escolarización y Educación Intercultural en Canarias”, pone de relieve que el aumento paulatino en las aulas de inmigrantes en los últimos años no ha conllevado desequilibrio importante en lo que se refiere a procesos de adaptación y escolarización. Por el contrario, afirma que “la educación multicultural lo único que ha hecho ha sido matizar, si cabe, con una nueva cara, lo que ya formaba parte de la realidad de la educación que es su condición mestiza y diversa”.
Entre las peculiaridades de este colectivo, destaca que evidencia una mayor irregularidad en la continuidad de la escolarización, al tratarse de un segmento poblacional vinculado a un proceso económico y de producción.
Insiste en que la idea de relacionar la inmigración con el fracaso escolar responde a que “los sistemas políticos, educativos y económicos necesitan chivos expiatorios”, aunque, aclara, su causa viene marcada por “un problema de clase social, económico”, ya que los que más fracasan en la escuela son los que tienen menos poder adquisitivo, aunque admite que los esfuerzos desde los años 80 en la escolarización de la población ha hecho que la clase trabajadora tenga mayores oportunidades.
Precisa que ningún sistema está preparado para recibir esta afluencia, aunque critica que el canario no está suficientemente actualizado al respecto. Para ello, aclara, “hace falta voluntad política”, lo que “se traduce en más profesorado y en una redistribución de la población a escolarizar en zonas determinadas”.
La doctora del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la Universidad de La Laguna Paloma López-Reillo explica que las causas del fracaso escolar están en la formación del profesorado, ya que en el caso de los de Primaria no han recibido conocimientos para afrontar la diversidad, mientras que en Secundaria la situación es más sangrante, ya que se ha demostrado que el Curso de Aptitud Pedagógica (CAP) no da una buena formación pedagógica. Respecto a la formación permanente, matiza que no existe un sistema adecuado que ofrezca al profesorado en activo la posibilidad de afrontar la diversidad con garantías. A esto suma que la formación no está ligada a la financiación de proyectos concretos para desarrollar en los centros.
Respecto al nivel de educación de los inmigrantes, López-Reillo afirma que “no existe un estudio que diga que vienen con un nivel bajo de educación”. Aclara que la diversidad ya existe en el aula, donde hay niños con distintos niveles de aprendizaje, pero hace hincapié en que “el sistema no está preparado para atenderla y cuando hay un elemento que se nota mucho salta la voz de alarma”. Por tanto, puntualiza, esto no es más que “un lastre del sistema educativo, que tiene muchas dificultades para dar respuesta a la diversidad”.

Gueto en los centros públicos

Por otro lado, mantiene que, en estos momentos, más del 80% de los inmigrantes está matriculado en centros públicos, lo que supone crear un gueto, sobre todo teniendo en cuenta que algunos alcanzan índices del 40% de extranjeros, un aspecto que, explica, “tampoco es bueno porque no es la misma presencia que existe en la sociedad canaria”. Ante esto, reivindica que “se ejerzan dinámicas con la inspección para velar por una distribución justa en todos los centros sufragados con fondos públicos, que son los concertados y los públicos”.
Por su parte, Inmaculada González, doctora en Pedagogía y profesora de Educación Comparada y Política y Legislación Educativa en la Universidad de La Laguna y profesora de Educación Intercultural y de Intervención Educativa en Contextos Comunitarios Multiculturales, afirma que no sólo “los menores extranjeros no empeoran la calidad de la educación en Canarias” sino que “son un potencial en las aulas para la mejora del aprendizaje de todo el alumnado”.
Denuncia que, aunque “se está hablando mucho del desfase curricular, no se puede afirmar que sea un hecho generalizable” y agrega que sólo podría hablarse de empeoramiento en este sentido en el caso de los menores extranjeros que llegan a Canarias procedentes de África.
Añade que los principales problemas a los que se enfrentan las escuelas multiculturales se centran en un contexto poco favorecedor a la integración y matiza que las causas de una posible precariedad en la enseñanza en Canarias que se pretende atribuir a la población extranjera están, “en general, en la falta de atención a la diversidad y el miedo a hacerle frente”. Aclara que “también es cierto que los recursos son limitados y que el profesorado no se encuentra preparado para afrontar esta nueva realidad”.
De cara al futuro, constata que “es necesario un nuevo modelo educativo que posibilite realmente la igualdad de oportunidades para todo el alumnado”.

Enriquecimiento cultural

El director del IES Los Cristianos, Rafael Luis Suárez, centro en el que cerca del 40% de los alumnos son inmigrantes, insiste en que la presencia de extranjeros conlleva un enriquecimiento cultural y que, aunque reconoce que el alumno debe pasar por un periodo de adaptación, más marcado en el caso de los niveles inferiores, esto no repercute negativamente en el resto.
Niega que los resultados académicos de los alumnos extranjeros sean peores y explica que, aunque en el caso de los ciudadanos de países del sur de África y algunos de América tienen carencias porque muchos no han estado escolarizados, demuestran un rápido aprendizaje.
Luis Suárez manifiesta que el profesorado está adaptado a este trabajo gracias a la puesta en marcha de una serie de estrategias que implican la presencia de mediadores interculturales, así como el refuerzo idiomático. No obstante, admite que sería necesario contar con un apoyo pedagógico para organizar la acogida de los alumnos foráneos.
Por otro lado, la profesora del Centro de Educación Infantil y Primaria Chayofa-La Camella de Arona Miguelina Hernández destaca la flexibilidad y tolerancia que genera la diversidad entre el alumnado y niega que el colectivo inmigrante genere más conflictividad ni que su rendimiento académico sea diferente. Añade que las deficiencias vienen marcadas por el idioma, lo que, matiza, hace que cobre más importancia intensificar el apoyo en esta área.
En su opinión, el futuro debe avanzar hacia la consolidación de una educación de calidad, igual para todos y sin diferencia por nacionalidades.
Desde el punto de vista de los padres de alumnos, una representante de este colectivo, Mercedes Álvarez, hace hincapié en que la presencia de inmigrantes debería considerarse siempre como un aspecto positivo y matiza que los resultados académicos de todos los alumnos, sean residentes o extranjeros, dependen más del trabajo familiar y “profesional” del profesorado que de sus propias circunstancias.
En este sentido, precisa que las causas de una posible precariedad de la calidad de la enseñanza estén en la dejadez mostrada por parte de las administraciones en cubrir las necesidades que requieren los centros públicos.
Como responsable del área educativa de uno de los municipios con mayor presencia de inmigrantes, el concejal del Área de Promoción de la Cultura, la Educación y el Patrimonio Histórico Artístico del Ayuntamiento de Adeje, Epifanio Díaz, matiza que la problemática en enseñanza “surge por la falta de recursos de apoyo al profesorado y, en algunos casos, la falta de preparación de los mismos”.
Descarta que sea necesario un nuevo modelo educativo de integración de los alumnos extranjeros y defiende “nuevas estrategias que permitan a los alumnos foráneos y residentes buscar puntos de unión y foros para participar y opinar sobre los modelos formativos existentes en la actualidad, los cuales demuestran un elevado fracaso educativo en la ESO”. Asimismo, añade que, en la etapa de primaria, se deben contemplar estas mismas acciones.
Además, defiende el papel de las políticas municipales en la creación de esos modelos, poniendo a disposición de los foros de opinión del alumnado las aulas o espacios necesarios para desarrollar dichos encuentros. Asimismo, reclama que las áreas de educación y juventud vertebren actividades de encuentro y recojan propuestas en los planes municipales de juventud.
Por otro lado, la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias cuenta con un programa de educación intercultural con el que se pretende cubrir las necesidades que implica la existencia de 140 nacionalidades en las aulas del Archipiélago, con el fin de dar respuesta a esta realidad y tratar aspectos tales como el conocimiento mutuo de culturas. En este sentido, en el curso 2008/2009 destinó, a través de la Dirección General de Ordenación e Innovación Educativa, 150.000 euros a proyectos de interculturalidad para el curso 2008/2009 para los 83 centros que realizan proyectos de educación intercultural, dentro de los cuales se incluyen los de Infantil, Primaria y Secundaria obligatoria que tengan al menos el 5% de alumnado de nacionalidad no española.

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